Zoido opta por un «cambio tranquilo» y evita la bronca PP-PSOE en la transición

Juan Ignacio Zoido y su equipo de trabajo ultiman estos días lo que han venido a llamar «cambio tranquilo» en el Ayuntamiento de Sevilla con una labor bastante alejada de lo que el PP viene haciendo en otros puntos de la geografía en los que se está produciendo un traspaso de poderes.

El de la capital andaluza está siendo, por mandato expreso del nuevo alcalde, un proceso sin revanchismo, con una tarea discreta, interna y, hasta el momento, bastante fluida pese a que la batalla entre los populares y el Gobierno local saliente ha sido muy áspera en los dos o tres últimos años. Cordialidad como método para obtener colaboración en contra de lo que está ocurriendo en Castilla-La Mancha o frente al discurso más duro que se esgrime incluso estos días desde el PP-A, donde se carga contra las trabas que está poniendo el PSOE en algunos ayuntamientos —por ejemplo el de Estepa— en el proceso de transición. Antonio Sanz, secretario regional de los populares, hablaba ayer incluso de «actos ilegales» en varios consistorios, por los que irá a los tribunales.

Para Sanz, «los socialistas están demostrando muy mal perder» y «hasta el último minuto están abusando y aprovechándose» de las instituciones, en muchos de los casos saltándose la ley». Puso, de hecho, ese ejemplo de Estepa, donde se convocó un pleno dos días antes de las elecciones para un millonario reconocimiento de crédito. «El malestar del alcalde que ha perdido le ha llevado a pegarle una patada a la puerta de la sede de una empresa pública, de donde, al parecer, se han llevado ordenadores con información», denunció el PP-A. En esa escalada dialéctica, fue respondido por la tarde por lo socialistas. El alcalde en funciones, Juan García Baena, que abandona el cargo, negó «rotundamente» la acusación de Sanz, «una maniobra más del PP de intentar enfangar la política de la provincia de Sevilla con mentiras y calumnias. Cree el ladrón que todos son de su condición —dijo en alusión al número dos del PP regional—. O estaba mal informado o lo han engañado sus propios compañeros del PP de Estepa porque lo que ha dicho es una infamia y una mentira monumentales».

En Sevilla capital Zoido está intentando aislar a su equipo de ese ambiente bélico para «realizar la transición de manera más eficiente», según se recalca en su entorno. Así, ya se han producido en la Plaza Nueva dos reuniones generales, de temas globales de gobierno, con varios representantes del gabinete que se marcha (liderados por Francisco Fernández) y las dos personas designadas por el PP para ese traspaso, la última ayer mismo. Y también han comenzado ya encuentros bilaterales para temas o áreas concretas, incluso por distritos, para la entrega del testigo. Se ha empezado a entregar alguna información sensible, cuentas, facturación, organigramas, contratos y documentación de toda índole, aunque queda bastante por recoger por parte de los nuevos concejales. Ayer, por ejemplo, el anterior responsable de Economía y Empleo —el comunista Carlos Vázquez— se veía con el popular Gregorio Serrano, que ahora liderará esta parcela de la política local.